¡Cuidado con la torre! Si escoges la pieza incorrecta se caerá y habrá que empezar de nuevo. La torre de equilibrio es perfecta para trabajar la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, el razonamiento lógico y la comprensión causa-efecto. Parece mentira todo lo que se puede trabajar con un juego pequeño y sencillo como este.